Bolivia elige: una jornada que puede cambiar el rumbo político

Este domingo 17 de agosto, más de 7 millones de bolivianos participan de las elecciones generales. El país vota en medio de una crisis económica, un oficialismo dividido y el posible fin de dos décadas de hegemonía del MAS.
El día de la decisión
Bolivia despertó este domingo con un clima de expectativa y tensión. Desde temprano, miles de ciudadanos acudieron a los centros de votación en todo el país para elegir al nuevo presidente, vicepresidente, 130 diputados y 36 senadores.
La jornada electoral, supervisada por observadores internacionales de la OEA y la Unión Europea, se desarrolló con normalidad, aunque no faltaron incidentes aislados, como los ataques sufridos por el candidato Andrónico Rodríguez a la salida de su centro de votación en Cochabamba.
La elección se celebra en un contexto de profunda crisis económica: inflación disparada, desabastecimiento de combustibles y malestar social. El oficialismo, representado por un dividido Movimiento al Socialismo (MAS), enfrenta su mayor desafío en 20 años, tras el desgaste del gobierno de Luis Arce.
Candidatos en pugna
Los nombres en la boleta reflejan la fragmentación política del país y la ausencia de un liderazgo claro que pueda imponerse en primera vuelta.
• Samuel Doria Medina (Unidad): Empresario y veterano opositor, promete estabilidad económica y apertura a la inversión privada.
• Jorge Quiroga (Alianza Libre): Expresidente, con un discurso de orden institucional y corte conservador.
• Eduardo del Castillo (MAS): Ministro de Gobierno, apuesta por sostener la continuidad del proyecto del MAS pese al desgaste.
• Andrónico Rodríguez (Alianza Popular): Joven líder cocalero, busca renovar el espacio progresista con autonomía frente a Evo Morales y Luis Arce.
• Manfred Reyes Villa (APB-Súmate): Alcalde de Cochabamba, con perfil pragmático y respaldo regional.
Recuadro – Segunda vuelta en el horizonte
De no lograrse mayoría absoluta (50 % de los votos) o al menos un 40 % con 10 puntos de ventaja sobre el segundo, la legislación boliviana prevé una segunda vuelta el 19 de octubre. Todo indica que este escenario es el más probable.
Lo que está en juego
Más allá de la competencia electoral, Bolivia define si continúa con la impronta del MAS o si inicia un nuevo ciclo político. Desde 2006, cuando Evo Morales llegó al poder, el país transitó bajo el paraguas del socialismo comunitario, con políticas de redistribución que dieron paso a un fuerte rol estatal en la economía.
Hoy, ese modelo aparece cuestionado por la falta de crecimiento, la inflación y la incapacidad de dar respuestas a los problemas cotidianos.
Claves de la elección
• Crisis económica: El factor que más pesa en la decisión ciudadana.
• Fragmentación política: Ningún bloque logra superar cómodamente el 30 % en las encuestas previas.
• Fin de ciclo: El MAS llega debilitado tras 20 años de dominio casi ininterrumpido.
• Posible alternancia: La oposición vislumbra su mejor oportunidad en décadas.
La mirada ahora se posa en el conteo de votos, que definirá si el futuro de Bolivia se resuelve en primera vuelta o si los bolivianos deberán volver a las urnas en octubre. La certeza, por ahora, es una sola: el país está ante una elección histórica.
✍️ Equipo de redacción de El porqué de las cosas.