Universidad en oferta: se rematan carreras, llevar dos por el precio de ninguna.

24.09.2025
La semana pasada, mientras caminaba por los pasillos de la Facultad de Medicina en donde soy estudiante, me topé con un afiche en la cartelera. No anunciaba un curso de verano ni la fecha de un examen diferido: parecía, más bien, un cartel de liquidación. En letras grandes e incisivas preguntaba: "¿Querés terminar la carrera? ¿Una beca? ¿Udelar en el interior? No hay plata". Ese papel condensaba, en pocas líneas, lo que hoy se debate en el Parlamento: carreras en riesgo, proyectos detenidos y una universidad pública que se ofrece al mejor postor, como en un remate judicial.

La dieta del conocimiento: engordar con aire

Los números dan vértigo, aunque suenen a chiste de mal gusto. La Udelar pidió un aumento del 52 % hacia 2029. El gobierno ofreció… 1,8 %. Sí, leyeron bien. Uno podría pensar que alguien se equivocó al poner un cero. O que la impresora estaba sin tinta. Pero no: es la realidad.

En criollo, significa esto: más estudiantes, más carreras, más investigación, más presencia en el interior… pero con menos recursos. Es como pedirle a un ciclista que gane el Tour de Francia en una bicicleta fija. Mucho pedaleo. Ningún avance.

Todos los discursos oficiales coinciden: la educación es "la inversión más importante". Pero cuando toca repartir la plata, la universidad queda como gasto prescindible. Como quien cambia de marca de café para ahorrar unos pesos. A Udelar se le pide producir conocimiento con dieta de aire y buena voluntad.

Carreras en ruleta rusa

Algunas carreras están aprobadas… pero nunca arrancaron: Licenciatura en Artes, Administración en Sistemas de Información, Tecnicatura en Acompañamiento Terapéutico. Sueños en pausa.

Otras directamente están en riesgo: Ingeniería de Medios, Tecnologías Químicas, Danza Contemporánea. La educación superior se parece a una ruleta rusa: unas sobreviven, otras se caen. El mensaje para el estudiante es simple: elegí lo que quede, lo que aguante el recorte. Y agradecé que no haya que cursar contabilidad del ajuste.

El afiche en Medicina lo dice sin vueltas: ¿querés terminar la carrera? Mala noticia: no hay plata.

Interior: la universidad itinerante

La descentralización universitaria fue un caballito de batalla de todos los gobiernos. Los Centros Universitarios Regionales se llenaron de promesas y discursos sobre equidad territorial. Hoy, con este presupuesto, corren el riesgo de ser cascarones vacíos. Edificios nuevos, aulas sin docentes.

Es como inaugurar una parada de ómnibus en medio del campo, sacarse la foto… y olvidarse del ómnibus. El derecho a estudiar en el interior existe en los papeles, pero no en la vida real.

El afiche lo deja en claro: ¿querés Udelar en el interior? No hay plata.

Política: todos contra todos

En Diputados, el debate fue un espectáculo previsible. Oficialismo y oposición se tiraron acusaciones con solemnidad. Mientras tanto, en el fondo, el Titanic se hundía.

Un diputado soltó la frase de oro: "No pueden ser liberales con Economía y socialistas con todos los incisos". Tenía razón: todos son austeros… hasta que se trata de su propio inciso. La autocrítica terminó ahí. Reconocer la incoherencia no la resuelve.

Mientras tanto, en los salones del interior, los estudiantes se preguntan si habrá profesor el semestre que viene. El show político parece más interesado en titulares que en salvar carreras.

País low cost

Uruguay quiere ser moderno, competitivo, educado… pero low cost. Ciencia sin laboratorios. Descentralización sin pasajes. Docentes que investiguen en la frontera del conocimiento, pero con sueldos de frontera… de supervivencia.

La lógica es la misma que creer que con Wi-Fi gratis en la plaza se resolvió la brecha digital. O que con un taller cultural ocasional se cubre la palabra "cultura" en la rendición de cuentas. La universidad corre riesgo de convertirse en caricatura: aulas abiertas, pero carreras en liquidación.

El supermercado del conocimiento

El afiche de Medicina es brutal: letras azules con preguntas enormes, respuestas rojas: "no hay plata". Parece un supermercado en quiebra: "Llévese dos carreras por el precio de ninguna. Becas agotadas. Interior sin stock".

No es solo una broma cruel. Es un espejo de lo que significa discutir presupuesto universitario así: convertir el conocimiento en un producto de góndola, con descuento, hasta que se acabe.

Conclusión: bonsái o invernadero

Lo que está en juego no son porcentajes ni tecnicismos. Es qué país queremos ser.

• La metáfora del invernadero: cuidar el conocimiento, nutrirlo, darle espacio para crecer.

• La metáfora del bonsái: recortar cada año un poco, mantener una universidad enana, bonita para la foto, incapaz de dar sombra.

El Parlamento tiene la palabra. La Udelar mostró los números. Si seguimos respondiendo con "no hay plata", la metáfora final será clara: un país sentado en el banquito del mundo, con el diploma en la mano… y el cartel de liquidación en la frente.

Pues así están las cosas, amigos, y se las hemos narrado.

Por: Kevin Martínez
Por: Kevin Martínez

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